Las verrugas son crecimientos cutáneos comunes que pueden aparecer en diversas partes del cuerpo. Aunque generalmente no son peligrosas, pueden ser estéticamente incómodas o generar molestias físicas, especialmente cuando se encuentran en áreas visibles o de fricción constante. En algunos casos, las verrugas pueden también ser causadas por el virus del papiloma humano (VPH), lo que las hace más preocupantes para quienes las padecen. Afortunadamente, existen múltiples opciones para su eliminación, y uno de los tratamientos más avanzados y efectivos es el láser CO2.
El láser CO2 es una tecnología médica de alta precisión que utiliza dióxido de carbono (CO2) para emitir un haz de luz extremadamente fino. Este láser se aplica directamente sobre la piel para vaporizar las células de la verruga de manera controlada. El láser CO2 se caracteriza por su capacidad para tratar con precisión las áreas afectadas, sin dañar la piel circundante, lo que lo convierte en una opción ideal para eliminar verrugas de diversas formas y tamaños.
El láser de CO2 ofrece la ventaja frente a los agentes químicos de eliminar las lesiones en el momento sin requerir tratamientos tópicos de larga duración, con reincorporación a la vida diaria al momento de salir del consultorio.
Se logra una eliminación selectiva y milimétrica de la lesión logrando preservar el tejido sano alrededor de la lesión.
El tratamiento con láser CO2 para la eliminación de verrugas es un procedimiento rápido y relativamente sencillo. El proceso se realiza en una consulta ambulatoria en la que el paciente generalmente no requiere hospitalización. A continuación, se describe cómo funciona:
Evaluación inicial: El especialista en urología realiza una evaluación detallada para identificar el tipo de verruga, su ubicación y el tamaño, lo que le permitirá planificar el tratamiento adecuado.
Aplicación de anestesia local: Para asegurar que el paciente no sienta dolor, se aplica anestesia local en el área afectada. Esto asegura que el procedimiento sea cómodo y sin molestias.
Uso del láser CO2: Una vez administrada la anestesia, se utiliza el láser CO2 para dirigir un haz de luz precisa sobre la verruga. Este haz vaporiza las células infectadas o dañadas, eliminando la verruga de forma eficaz.
Recuperación rápida: Uno de los mayores beneficios del láser CO2 es la mínima invasión. La recuperación tras el tratamiento suele ser rápida, y la mayoría de los pacientes pueden reanudar sus actividades diarias en poco tiempo.